Plomo parejo de la policía y el ejército a narcotraficantes en Brasil

Así se combate al hampa. Foto: Archivo.

Río de Janeiro (Especial).- Tras semanas de terror, incertidumbre y violencia perpetrada por bandas narcotraficantes en contra de la población civil en los barrios pobres de Río de Janeiro, mejor conocidos como "favelas", la policía y el ejército del vecino país han desplegado sendos operativos para retomar el control de las zonas cautivas y devolver la tranquilidad a la población.

Luego de un reciente operativo realizado por las fuerzas del orden en la comunidad de Complexo Alemáo, lograron neutralizar a los traficantes que tenían cautiva a la barriada y retomar el control de la misma, según reseña el diario "El País" de España, después de 30 años de dominio de los criminales en las zonas populosas, las cosas están cambiando.

Que el trabajo y el esfuerzo --esta vez de las fuerzas policiales y militares unidas y coordinadas-- no es fácil ni lo será en el futuro, lo revela el hecho de que el gobernador Sérgio Cabral, ha anunciado que pedirá a la autoridad central, la permanencia durante siete meses de las tres fuerzas del Ejército para ayudar a la policía militar y civil a completar la obra de pacificación de aquel territorio de 240.000 habitantes que abraza 15 de las favelas más violentas, reseñó el rotativo español.

El presidente de la nación carioca ha ofrecido todo su apoyo a las fuerzas de seguridad en la tarea de erradicar a los narcotraficantes de las favelas e incluso ha anunciado una próxima visita a Complexo Alemáo, un lugar donde tan solo semanas atrás hasta los funcionarios del gobierno debían pedir autorización a los delincuentes para poder ingresar y que ahora ha sido liberada por la fuerza pública, así como otras doce favelas menores.

No obstante, la lucha continúa y el desafío es grande, ya que los traficantes de drogas controlan aún más de 400 favelas de las que constituyen los enormes cinturones de miseria de Río de Janeiro, sin embargo, con el apoyo de la población civil y la acción decidida del Ejército de Brasil, la política de erradicación de estas bandas criminales de las zonas pobres de la ciudad podrá avanzar hacia un final exitoso.

Un ejemplo para nuestro país, donde bandas narcotraficantes criollas y extranjeras, mafias de todo tipo y pandillas de delincuentes siembran el terror e imponen su "ley" en barriadas, zonas rurales, espacios fronterizos, penales e incluso ciudades enteras, ante la más vergonzosa inactividad e ineficacia de las instituciones del Estado, con sus graves consecuencias de deterioro del estado de derecho, ejercicio de la soberanía y garantía de los más fundamentales derechos de los ciudadanos.