La codicia la llevó a la cárcel. Foto: Archivo. |
El hecho ocurrió el 27 de agosto de 2009, Geraldine se desempeñaba como secretaria en la peluquería "Salomón", ubicada en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT), la cual era propiedad de Mario Rodolfo Calvino, pero la baja pasión de codiciar bienes ajenos, la llevó a cobrar unos cheques que no le pertenecían, hecho que la sumió en una cadena de acciones delictivas que hoy la llevó a ser condenada a una larga condena en prisión.
Sabiéndose descubierta, Peña tuvo la idea de tapar su fechoría con un delito peor, planificó junto a su novio, René José Mijares, el asesinato de Calvino, quien ya había investigado la persona que había cobrado fraudulentamente unos cheques de su propiedad.
El dueño de la peluquería fue esperado por la pareja de homicidas, quienes previeron a sangre fría el acto que iban a realizar, cubrieron con cintas adhesivas las cámaras de seguridad, y sin mayor remordimiento lo cosieron a puñaladas al llegar, asesinándolo en el momento.
Una vez descubiertos, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), procedió a la detención de Geraldine Peña, tan solo un día después del asesinato y su novio también fue capturado días después, en el Barrio La Dolorita de Petare.
La joven fue sentenciada por un tribunal penal a 20 años de prisión, que deberá pagar en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof) y su novio, se encuentra todavía bajo juicio recluido en el retén de La Planta.
Estos se pensaron que podían cometer dos crímenes sin que nadie se diera cuenta, lo peor fue eso de tapar las cámaras con tirro, para luego matar al tipo, estos les sale cárcel por choros, asesinos y brutos.
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